Zoom de la Gastronomía Italo-Argentina
« Gobernar es poblar » escribió Juan Bautista Alberdi en sus “Bases…” en 1852. Y es que la identidad argentina se ha forjado desde sus inicios como un crisol de etnias (no digamos más razas!).
Un melting pot en el que se fueron mezclando diferentes culturas, en su mayor parte europeas.
Se estima que un 98% de la población argentina tiene raíces total o parcialmente europeas.
De los colonizadores, heredamos el idioma. Pero éste se fue modificando por la cohabitación entre ellos y con los pueblos indígenas nativos, cuyo aporte enriqueció la lengua de los conquistadores.
Un hecho decisivo en la construcción del idioma argentino fue la ola masiva de inmigrantes que tuvo lugar al final del siglo 19 y principios del 20. Así fue naciendo el español o castellano rioplatense que se habla en Argentina (Buenos Aires principalmente y en Uruguay) que mezcla el lunfardo porteño muy rico en palabras tomadas de la lengua italiana y formas verbales en español adaptadas de las formas italianas. Sin olvidar por supuesto el acento!
Según lo expresan algunos especialistas, antes de la llegada de los italianos, el acento porteño era muy similar al del español andaluz!. Existe una frase muy conocida y simpática para definir a los argentinos: “Son italianos que hablan en español” Y si, aunque parezca extraño, la mayoría de los argentinos no hablamos italiano ya que los ancestros prefirieron “fundirse” en el nuevo país para ser asimilados rápidamente y esto suponía el sacrificio de la lengua materna.
Pero nuestros antepasados italianos no sólo nos dejaron el acento y el vocabulario de los gestos (los italianos hablan con las manos!) también nos legaron una suculenta gastronomía, pastas, pizzas, polenta, los helados! Sin olvidar las adaptaciones que hemos hecho de ciertos platos típicos italianos. Por ejemplo “la milanesa napolitana” es una pura invención argentina (o mejor dicho una pura adaptación ), los sorrentinos! y el pionono que intrigaba tanto a mi profesora de italiano acá en Paris, Francesca una romana de “pura cepa” como decimos en Argentina!